Desde viejo tiempos, la birria ha sido un plato especial en nuestras familias. La receta de mi abuela es secreta, transmitida a través de generaciones con mucho cariño. Cada ingrediente se elige con cuidado para crear un sabor auténtico. La carne se se asa a fuego lento hasta que esté tenérrima, y el caldo es tan rico que no podrás dejarlo.